Algún día no seremos más que una oración
Una esfuerzo encerrado en dos comas
Un número porcentual que esconde el dolor
Seremos pasado, insignificantes y olvidados
Años de preguntas se resumen en una frase encomillada
Las historias no son Historia
El tiempo pasa lento
y desespera
Algún día no seremos más que una oración
Ojalá la mía sea así:
simple.
José Ricardo Báez G.
Estaba viejo. La vida empezaba a pesar y ese peso hacía que su piel se estirara en arrugas que él saludaba con odio todas las mañanas frente al espejo. Su pelo cano era hirsuto y débil, su sonrisa había adquirido un tono amarillo al igual que sus uñas del pie. Estaba viejo y eso le parecía la peor enfermedad. Ya aparecía la calvicie y la memoria se deshacía en pedazos a cada tanto.
Había intentado todo desde sus cincuentas. Dicen que los hombres que llegan a los cincuenta años de edad sienten una necesidad infantil de hacer todo lo que han dejado de hacer. Él la sintió y empezó a tachar una lista de lo que quería hacer. Ir a las putas. Hecho. Tomar ajenjo. Hecho. Lo encontró detestable. Fumar marihuana. Lo hizo pero se dio cuenta de lo aburrido que es. Fumó, le dio hambre, y se levantó para ir a la cocina, cuando llegó había olvidado por qué había ido. Lo hacía sentir estúpido y eso le molestó. Sigue leyendo
A cuento de qué la prisa si somos mortalmente lentos
Si nuestro latido ni siquiera lleva el ritmo del segundero
Tienes más herramientas para trabajar más rápido
Aunque tu salario siga siendo el mismo
Claro
A cambio te puedes tomar una selfies
Entrar en el bar digital del chat
Estar pendiente y conectado al mundo
Ser el primero en saberlo todo
Claro
Los domingos también revisas el correo del trabajo
Tuiteas proverbios de sabios
Le das like a las fotos y videos de tus amigos
Y luego suena la alarma
Claro
Otra vez debes vestirte con camisa y zapatos
Otra vez debes pagar la gasolina del carro
Otra vez atravesar la ciudad trancada en un laberinto de cláxones
Otra vez todo y todo otra vez Sigue leyendo
HIRARA: 'El lugar de las palabras' 